miércoles, 31 de julio de 2024

Más verde, menos calor

La exposición al calor nos puede hacer más vulnerables. En las ciudades, además, se da el fenómeno conocido como “isla de calor urbana” que se produce porque el asfalto y el hormigón de las calles absorben calor, que luego liberan. Ante esta situación, podemos adoptar diferentes soluciones basadas en la naturaleza, que ayuden a protegernos: 

Crédito: Kraków dla Mieszkanców

Arbolado urbano y zonas verdes

Los árboles, y la vegetación en general, transpiran parte del agua que absorben, por lo que refrescan el ambiente, además de darnos sombra. También limpian el aire de contaminantes, reducen la contaminación acústica, fomentan el bienestar, la actividad física y la salud mental y son refugio de fauna urbana.

Las recomendaciones internacionales nos dan pautas para que tengamos una cobertura vegetal mínima en las zonas urbanas, es lo que se conoce como la regla 3-30-300:

-        Ver tres árboles desde nuestra casa.

-        Tener un 30% de cobertura vegetal en nuestro barrio.

-        Tener un espacio verde (preferiblemente de, al menos, media hectárea) a 300 metros de nuestra casa.

Huertos urbanos, azoteas y fachadas verdes

Una ciudad salpicada de verde en todas las calles y con espacios verdes más amplios en distintos puntos, accesibles y cercanos, estará mejor adaptada al calor, además de proporcionar pequeños oasis para relajarse y descansar.

Llenar de naturaleza los entornos escolares y otros centros públicos

La infancia, especialmente los menores de 5 años, es uno de los colectivos más vulnerables frente al calor extremo. Además de proteger frente al calor, los espacios verdes rodeando las escuelas disminuyen el ruido y la contaminación. Diversos estudios muestran que también disminuyen la agresividad y el riesgo de desarrollar TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) en los escolares. Los patios con vegetación mejoran el sistema inmunitario de quienes juegan en ellos, además de proporcionar sombra y refugio frente al calor.

Otros edificios públicos pueden beneficiarse de las mismas medidas, especialmente centros de mayores —otro de los colectivos más vulnerables— y centros sanitarios.

Aumentar la superficie permeable

Las zonas urbanas suelen tener más superficies impermeables, como asfalto, hormigón y tejados, que acumulan el calor y no retienen el agua. Aumentando la superficie permeable, con pavimentos permeables, arcenes y cunetas verdes, jardines de lluvia o espacios con vegetación, no solo se acumula menos calor en las calles, sino que, además, irán liberando el agua que puedan haber retenido, ayudando a refrescar el aire.

Fuentes consultadas:

Guía para sobrevivir a las olas de calor https://es.greenpeace.org/

Sin árboles no hay ciudades del futuro https://blog.creaf.cat/es/conocimiento/arboles-ciudades-combatir-calor/

Espacios verdes accesibles y cercanos

Un reciente estudio 1 reveló que en Europa se podrían prevenir hasta 43.000 muertes prematuras cada año si se cumplieran las recomendacione...