Los estudios científicos asocian los espacios verdes (parques urbanos, jardines, calles arboladas o bosques, entre otros) a numerosos beneficios para la salud. En personas adultas se relaciona con la reducción del estrés, el hecho de vivir más años o un mejor estado de salud general y mental. En niños y niñas, se vincula con mejoras en la capacidad de atención, desarrollo emocional y del comportamiento, incluso con cambios estructurales beneficiosos en el cerebro.
La
naturaleza debe formar parte de la ciudad. Más allá de puntos dispersos, los
espacios naturales deben ser una trama que comunica todo el espacio urbano y
beneficia a toda la ciudadanía. Sin embargo, según la información recopilada
por The Lancet Countdown, solo el 27% de las ciudades del mundo cuenta con un
nivel moderado o alto de espacios verdes.
La
renaturalización urbana es una buena estrategia para abordar este problema. Colabora
en la promoción de entornos más saludables y sostenibles, refuerza el papel de
la naturaleza en las ciudades y pone la salud y el bienestar de la ciudadanía
en el centro del diseño urbano.
También
lo podemos hacer en Portugalete; y de ello hablaremos en el encuentro que
tendremos el próximo jueves, 12 de
diciembre, a las 18: 30, en el
Aula Magna de la UNED. Lo haremos de
la mano de Paola Sangalli, experta
en soluciones basadas en la Naturaleza, restauración ecológica y Bioingeniería.