jueves, 12 de diciembre de 2024

Practicar el asombro

¿Cuál es el valor de conservar y fortalecer este sentido de sobrecogimiento y de asombro, este reconocer algo más allá de las fronteras de la existencia humana?, ¿es explorar la naturaleza solo una manera agradable de pasar las horas doradas de la niñez o hay algo más profundo?  

Yo estoy segura de que hay algo más profundo, algo que perdura y tiene significado. Aquellos que moran, tanto científicos como profanos, entre las bellezas y misterios de la tierra nunca están solos o hastiados de la vida. Cualesquiera que sean las contrariedades o preocupaciones de sus vidas, sus pensamientos pueden encontrar el camino que lleve a la alegría interior y a un renovado entusiasmo por vivir. Aquellos que contemplan la belleza de la tierra encuentran reservas de fuerza que durarán hasta que la vida termine.

Rachel Carson. El sentido del asombro

 

El proyecto Vivir los parques sigue adelante. En el primer paseo leímos el texto anterior, referido al sentido del asombro. Es más probable que el asombro ocurra en lugares que tienen dos características clave: inmensidad física y novedad. Pero, con la perspectiva adecuada, se puede encontrar asombro en cualquier entorno, convirtiendo una experiencia cotidiana en una serie de momentos sorprendentes y asombrosos.

Así, en el segundo paseo empezamos a practicarlo, siguiendo las siguientes indicaciones:

ü  Para comenzar, apaga o silencia el teléfono. Los teléfonos móviles (y otros dispositivos) nos distraen y desvían nuestra atención de lo que sucede alrededor.

ü  Respira profundamente. Cuenta hasta seis mientras inhalas, y siete mientras exhalas. Siente el aire moverse a través de tus fosas nasales y escucha el sonido de tu respiración. Vuelve a esta respiración durante todo el paseo.

ü  Intenta abordar lo que ves, oyes, hueles o sientes con “ojos” nuevos, imaginando que lo estás experimentando por primera vez.

ü  A medida que avanzas, siente el suelo debajo de ti y el aire en tu piel, escucha los sonidos circundantes y huele lo que emana de cualquier cosa cercana.

ü  Abre tu conciencia a lo que te rodea, a cosas que son muy grandes o muy pequeñas, complejas, inesperadas, inexplicables, o que te sorprenden y deleitan.

ü  Respira profundamente otra vez. Nuevamente, cuenta hasta seis mientras inhalas, y hasta siete mientras exhalas.

ü  Deja que su atención esté abierta a la exploración de lo que inspira asombro: puede ser un paisaje amplio, los pequeños patrones de luces y sombras, una rama, una flor, o una hoja… Deja que tu atención se mueva de lo grande a lo pequeño.

ü  Hazte preguntas inverosímiles: ¿qué hay de nuevo, desconocido o inexplorado en lo que te rodea?

ü  Continúa tu paseo y, de vez en cuando, vuelve a centrar tu atención en la respiración. Cuenta hasta seis mientras inhalas y siete mientras exhalas. Toma conciencia de las imágenes, sonidos, olores y otras sensaciones que te rodean, generalmente sin ser detectadas.

El sábado 14 de diciembre, en el paseo por el parque La Florida, tendremos otra buena oportunidad para seguir practicando.

Fuentes consultadas:

Carson, R. (2012). El sentido del asombro, Ediciones Encuentro, Madrid.

https://ggia.berkeley.edu/es/practice/awe_walk

 

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