viernes, 8 de diciembre de 2023

Escuela infantil y naturaleza

La idea de que un entorno rico en seres vivos influye en nuestra inmunidad se conoce como la 'hipótesis de la biodiversidad'. Según esta hipótesis, una pérdida de biodiversidad en áreas urbanas podría ser, al menos parcialmente, responsable del reciente aumento de enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico.

La Universidad de Helsinki estudió este tema en diez escuelas infantiles urbanas a las que asistían niños y niñas de entre 3 y 5 años.

Algunas de estas escuelas infantiles tenían patios estándar con cemento y grava, otras sacaban a los niños y niñas diariamente a la naturaleza y cuatro habían incorporado en sus patios elementos naturales.

Durante los 28 días siguientes, a los niños y niñas de estas últimas cuatro escuelas infantiles se les dio tiempo para jugar, en su nuevo patio, cinco veces por semana.

Cuando el grupo de investigación comprobó la microbiota de su piel e intestino, antes y después del ensayo, encontraron mejores resultados en este grupo de niños y niñas, en comparación con el primer grupo que jugaba en escuelas con menos vegetación durante la misma cantidad de tiempo.

Incluso en esa corta duración del estudio, la investigación reveló que los microbios en la piel y las entrañas de los niños y las niñas que jugaban regularmente en espacios verdes habían aumentado en diversidad, una característica que está ligada a un sistema inmunológico, en general, más saludable.

Sus resultados coincidieron, en gran medida, con el segundo grupo de niños y niñas de las escuelas que tenían salidas diarias a la naturaleza.

Los resultados no son concluyentes, y deberán verificarse con estudios más amplios en todo el mundo, pero apoyan la hipótesis de que el contacto con la naturaleza previene trastornos en el sistema inmunológico, como enfermedades autoinmunes y alergias.

Por otra parte, los beneficios de los espacios verdes parecen ir más allá de nuestro sistema inmunológico. Otras investigaciones muestran que salir al aire libre también es bueno para la vista, y que pasar tiempo en la naturaleza ayuda a mejorar la salud mental. Algunos estudios recientes, incluso, han mostrado que los espacios verdes están relacionados con cambios estructurales en el cerebro de niños y niñas.

Fuentes consultadas:

https://www.curiosciencia.com/

https://www.science.org/

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